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WORKING Together Salud, retiro y empleo seguro — Todo está en juego

(The President's column in Spanish below.)

Por Larry Cohen, Presidente

No se trata de pintura de labios o de Paris Hilton — el colapso financiero de Wall Street hizo más notable el hecho de que una vez más la elección "depende de la economía". Y no es una exageración decir que todo el concepto de una clase media vasta y en crecimiento está en riesgo.

Para los miembros de la CWA, todos nuestros temas fundamentales están en juego: proteger nuestro servicio médico, nuestros empleos y nuestra seguridad para el retiro, además de mantener y reforzar nuestro poder de negociación colectivo. En la delicada carrera para la presidencia, el contraste entre el Republicano John McCain y el Demócrata Barack Obama en estos temas es absoluto.

Con su plan de salud, McCain expresa muy abiertamente su intención de destruir la cobertura de seguro médico basada en los empleadores, y meter a más gente al mercado de los seguros privados para que negocien la cobertura por su cuenta y no como parte de un grupo. Para hacerlo, eliminaría la exención del impuesto sobre la renta a los beneficios de seguro médico pagados por los empleadores, aumentando los impuestos directamente a la mayoría de las familias de la CWA y a millones más.

La gráfica en la página 5 muestra ejemplos del aumento exorbitante en la carga fiscal de nuestros miembros con la propuesta de McCain, incluso con el crédito fiscal mínimo que ofrecería de $2,500 individual y $5,000 familiar, mucho menos del costo promedio de las primas de seguro médico.

El plan de McCain aumentaría la presión que enfrentamos en la mesa de negociaciones para preservar nuestros beneficios pagados por los empleadores, y haría muy poco por proteger el servicio médico para los jubilados o ampliar la cobertura de servicios de salud para los 45 millones de estadounidenses que no tienen seguro.

Barack Obama comparte nuestra opinión de que Estados Unidos necesita un programa nacional que ofrezca cobertura de seguro médico económica para todos, y de manera que ayude a preservar, no a destruir, nuestra cobertura actual.

Hace 10 años McCain defendió firmemente la desreglamentación de la industria de seguros y la banca, lo que llevó al reciente colapso de importantes bancos y de la compañía de seguros más grande del país, pero a pesar de la crisis de Wall Street se aferra a esté concepto, compartido por la administración Bush, de que la desreglamentación y los métodos basados en el mercado resolverán todos los males sociales.

McCain extiende esa filosofía al Seguro Social, y sigue promoviendo el concepto de Bush de privatizar el sistema con cuentas individuales invertidas en el mercado bursátil. El pánico actual del mercado y el desplome de los precios de las acciones deberían hacer bastante evidente el riesgo de ese plan.

El programa económico de McCain y su plan de creación de empleos también está fincado en la creencia de que dar incentivos fiscales aún mayores a las grandes corporaciones — un recorte del 10% — y tratados de libre comercio sin restricciones, producirán prosperidad y empleos. Esas son políticas que hemos tenido los últimos ocho años, y que han destruido cientos de miles de buenos empleos que se han perdido por la tercerización y han causado pérdidas a los ingresos familiares de la clase media trabajadora mientras los CEO y los grandes inversionistas se hicieron más ricos.

Obama trataría de eliminar los incentivos fiscales que animan a las corporaciones a llevar sus plantas al extranjero — incentivos fiscales que McCain apoyó en el Senado — y negociar normas que protejan a los trabajadores en futuros tratados de libre comercio. Su plan para reforzar la economía y crear empleos pide invertir en la reconstrucción de carreteras, puentes, escuelas y otra infraestructura vital, además de financiamiento acelerado para la creación de autos con consumo eficiente de combustible y la producción de energía verde.

Cuando McCain fue criticado recientemente por decir que "las bases fundamentales de nuestra economía están firmes", mientras nuestro gobierno preparaba el mayor rescate de Wall Street en la historia para evitar un colapso económico, se echó para atrás diciendo que con bases fundamentales se refería a los trabajadores estadounidenses productivos.

Esa es una declaración absurda viniendo de un hombre que durante toda su carrera ha atacado las políticas para aumentar los niveles de vida de los trabajadores, reducir la tercerización de los empleos y reformar los derechos de los trabajadores.

McCain se opone a la Ley de Libre Elección del Empleado, la medida más contundente para restituir los derechos de organización y negociación de los trabajadores y apuntalar la clase media. Él votó 19 veces en contra de los aumentos al salario mínimo y votó por debilitar a las uniones de trabajadores al respaldar una ley nacional de derecho al trabajo y apoyar el reemplazo permanente de huelguistas.

En contraste, Obama apoya firmemente la Libre Elección del Empleado y se compromete a restituir la función del Departamento del Trabajo, que según sus palabras se ha convertido en el "Departamento de la Gerencia" en la administración Bush.

Los artículos y gráficas en este número de CWA News explican con más detalle las posiciones diametralmente opuestas de estos candidatos, y por qué está tanto en juego para todos nuestros miembros y las familias trabajadoras. Los exhorto a usar este material en sus conversaciones con amigos y compañeros de trabajo, y los animen a votar por "El cambio en que podemos creer" el 4 de noviembre.